El Big Data está aquí y se encuentra en apogeo, se ha convertido en una herramienta de primera mano para comprender el mundo, cómo se comporta la gente, hacia dónde se mueven las tendencias y cómo preparar nuestras estrategias para el futuro.
Pero para entender la inmensa cantidad de información que nos arroja este análisis del mundo, necesitamos algo que la presente de forma inteligible y sencilla; para eso está la visualización de datos.
Anteriormente hemos hablado de las infografías, y ciertamente están relacionadas con nuestro tema presente, pero no debemos confundirlas. Mientras las infografías son la presentación completa de nuestro tema, incluyendo datos, narrativa, ilustraciones, referencias, instrucciones y gráficas; la visualización de datos se concentra en éste último aspecto.
Puede que todos estemos familiarizados con las hojas de cálculo o las interminables tablas en las que acumulamos nuestros datos y estadísticas, como nos puede suceder con el big data; y es seguro que muchos no sabríamos cómo navegar a través de todas esas líneas de información, ni obtener hechos concretos, menos aún sentirnos siquiera interesados en echarle un vistazo, porque una tabla, rígida y aburrida, poco nos puede decir.
Los humanos entendemos mejor las cosas cuando hay colores y formas que nos explican el mundo, y somos capaces de un pensamiento abstracto que nos permite sacar conclusiones, como que un círculo rojo y grande significa algo muy distinto a un círculo pequeño y azul. Nuestra cultura es visual.
La visualización de datos es una representación gráfica que capta nuestro interés y mantiene nuestros ojos en el mensaje, nos permite identificar rápidamente las tendencias, los movimientos y los valores atípicos. Si podemos ver algo, lo interiorizamos rápidamente. Una buena visualización cuenta una historia, eliminando el ruido de los datos y resaltando la información útil.
Lo primero que uno pensaría es en barras o círculos fragmentados con números aquí y allá, pero no es algo tan simple, sólo esas figuras a las que estamos acostumbrados en la estadística podrían resultar aburridas y sin sentido.
Tampoco se trata de decorarlo; como ya dijimos, los humanos le atribuimos significado a las cosas que observamos, como que tendemos a ligar el color rojo con algo negativo y el color verde con algo positivo, o una línea ascendente con la idea de una cantidad que incrementa, así que la selección de formas, tamaños y colores en nuestra gráfica deberá estar ligada con el tipo de información que estamos presentando: la visualización más sorprendente podría fallar por completo a la hora de transmitir el mensaje correcto o podría decir mucho.
Los datos y los elementos visuales deben trabajar juntos, es el arte de combinar análisis y narración.
Teniendo esto en cuenta, se da pie a la creación del Data Storytelling o narración de datos, su importancia radica en que convertimos las cifras en historias que la gente puede comprender, dando valor real a los datos presentados, y con las que puede empatizar rápidamente, volviendo nuestra marca y nuestra información, más afines a su vida personal, y abriendo puerta a una relación entre nosotros y los usuarios. Es un elemento que además puede sumar a nuestra estrategia de narrativa transmedia.
Para hacer esto posible y tener una visualización de datos eficaz, hay algunos factores que debemos tener en cuenta:
Por lo tanto, es importante considerar que invariablemente tendremos que partir de una tabla de datos y que nos exigirán, en mayor o menor medida, un conocimiento sobre javascript, html y fundamentos de diseño, por lo que no debemos descartar buscar la ayuda de profesionales para tener resultados óptimos.
Ser capaz de manejar este tipo de conversiones, puede ayudar a convertirte en un todo un Data Driven.
Si estás interesado en sumergirte en el mundo del Big Data y sacar el máximo provecho de la visualización de datos, no dudes en contactar a uno de nuestros especialistas.