En este mundo tan frenético en el que vivimos, bombardeados constantemente por cantidades enormes de información, nos enfrentamos al enorme reto de hacer destacar nuestros productos o servicios de entre tantos que existen...
Ante esto y cuando de marketing se trata, nos inclinamos en poner foco en las características y beneficios de nuestros productos, pero olvidamos lo que realmente importa: nuestro mercado.
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Apela a las emociones
Nuestro mercado objetivo son seres humanos, y los seres humanos somos generalmente primero emocionales y después racionales; tenemos aspiraciones, buscamos la felicidad y al final, aunque no parezca, nuestras decisiones de compra están basadas más en ese instinto e impulso que en cualquier otra cosa. ¿Qué podemos hacer para despertarlo? Las respuestas varían pero sin duda hay una muy simple, nuestro producto o servicio tiene que apelar a las emociones.
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Diversas investigaciones —entre ellas la conducida por Dan Ariely de la Universidad de Duke y Daniel Kahneman, Premio Nobel de Economía— llegan a conclusiones similares: las decisiones de compra se llevan a cabo de manera intuitiva y emocional tanto en las ventas tradicionales como en las compras por internet.
La historia detrás de los contenidos
Imagínate un día cualquiera, con el cansancio acumulado después de una larga jornada; navegas en Internet y lo primero que decides es comprar ese producto que por alguna razón llamó tu atención, quizá promete un instante de felicidad, confort o simplemente tiene lo que necesitas para simplificar tu vida. Te has preguntado, ¿por qué eliges una marca y no otra? La mayoría de las veces la respuesta está en el inconsciente. A través de un buen marketing emocional, se logró crear un vínculo preciso con la audiencia. En este caso tú.
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Para marcar esa diferencia, hay tres recomendaciones que puedes aplicar a tu negocio:
1. Genera engagement. Esto significa que tus contenidos, branding (posicionamiento de la marca) y todo lo que das a conocer sobre tu producto o servicio debe generar empatía con el consumidor. Haz una lista de las cualidades de tu producto y busca la manera de generar un vínculo emocional con tus clientes.
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2. Cuenta una historia. Si tu marca o producto a través del contenido engloba un historia atractiva, que llame la atención emocionalmente, es muy probable que ésta se quede en el inconsciente del consumidor y la relacione con este impulso de compra.
3. Apóyate en las redes sociales. Al final, todo el marketing tiene que ir de la mano, es decir, tiene que contar la misma historia. Las redes sociales son una gran manera de tener contacto directo con tu mercado. Investiga bien cuáles son sus necesidades y gustos, escribe post que realmente toquen las fibras profundas de tu consumidor y sobre todo, genera contenido relevante todo el tiempo. No se te olvide responder cualquier comentario de manera personal, ya que es una buena forma de que los clientes potenciales sientan que estás realmente preocupado por sus necesidades.
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Lograr todo lo anterior muchas veces puede ser difícil para cualquier empresa. Por eso, la recomendación es que te acerques a los expertos, una agencia de marketing que pueda asesorarte para generar esas historias que apelan a las emociones, para descubrir qué es lo que realmente llega al inconsciente de tus clientes y para armar todo una estrategia para que tu mercado tome esa decisión impulsiva y emocional de optar por tu marca.
