El 2021 trajo consigo un incremento en la necesidad de estar conectado de manera digital con el resto del mundo. Mientras la gente se quedaba en casa, se volvió indispensable estar disponible de manera digital, pero no solamente dar un modo de acceder a productos y servicios en línea, sino también para seguir impactando a nuestros consumidores, seguir comunicándonos con ellos y aportando información de valor para su día a día.
Hoy más que nunca, experimentamos que las redes sociales son una forma ideal de comunicarnos y a veces tenemos la sensación de que necesitamos estar presentes en todos los canales posibles y de todos los modos posibles. Pero es necesario considerar que sólo arrojar información sólo para “estar ahí” no nos ayudará a conectar con la audiencia.
Si estamos apostando por una estrategia de content marketing, para que sea sólida, tenemos que conocer también los materiales que publicaremos en línea, cómo son, qué aspectos de ellos debemos tener presentes al realizarlos y en qué plataformas rendirán mejor. Entender cómo creamos nuestros materiales, nos permite explotar todo su potencial.
Antes que nada, vale la pena aclarar algunos conceptos que nos pueden servir, no sólo para fortalecer nuestra estrategia, sino también para mejorar nuestro workflow interno. Hablemos de la diferencia entre el “formato”, un “archivo” y el contenido.
Archivo: Es nuestra “unidad” de información. Para nuestros fines, estableceremos el tipo de archivo como esa extensión que solemos ver al final del nombre en los íconos de nuestra computadora, y es importante tomarlo en cuenta, porque, por ejemplo, aunque tengamos un material de video, no tiene las mismas características un archivo tipo .mov, que un .avi, que un .mp4; y elegiremos el que más nos convenga según nuestros fines. También aquí podemos hablar del “peso” de las cosas, es decir, cuánto espacio de almacenamiento va a ocupar nuestro archivo.
Formato: Se refiere a la colección de aspectos y apariencia de nuestro archivo, y dependiendo de ellas es como los dispositivos-software los interpretarán y por ende, nosotros. Aquí tenemos una variedad de conceptos como “video”, “imágen”, “audio”, etc.
Contenido: Para dejar las cosas simples, lo interpretaremos como la información que vamos a vertir en nuestros archivos, una vez que hemos elegido nuestro formato, por ejemplo, si ya hemos decidido publicar un video, debemos pensar en si tendremos material grabado, animación, motion graphics, o una combinación de las anteriores.
Para entender mejor nuestras definiciones, un caso aplicado nos puede ayudar:
Supongamos que vamos a anunciar un nuevo producto en nuestras redes sociales y queremos hacer énfasis en dos puntos principales: su uso y el hecho de que tendrá un descuento por lanzamiento. Si decidimos publicar un video en Facebook, nuestra “fórmula” sería la siguiente: Necesitamos un contenido que combine material grabado y motion graphics, el formato es inherentemente video, y, para que sea un material menos pesado pero con buena calidad, se exportará como un archivo .mp4.
¿Ya sé qué archivo y qué formato necesito, ahora qué sigue?
Aquí entramos a algo mucho más interesante. Ya que hemos dominado esta primera estructura sobre nuestros archivos, y que entendemos que el formato es algo que está hasta cierto punto implícito según nuestro contenido, podemos ahora hablar de formato como el tipo de contenido que tendremos, aplicado a la red que elijamos. Hablemos de los principales.
Imágenes
Nuestro elemento más básico cuando empezamos a pensar en agregar valor al contenido que brindamos a nuestros clientes, además de que es infalible al momento de ser compatible con casi cualquier plataforma. Una imagen es fácil de recordar, compartir, y dice más que mil palabras. Además, hoy en día las redes nos permiten jugar con ellas para crear nuevas experiencias visuales.
Texto
Aunque usualmente el texto estará acompañado de otros elementos como imágenes o gráficos, no significa que debemos descuidar los formatos en que nuestra redacción debe de ser la estrella del contenido. A veces un blog o un ebook es la mejor forma de darle información útil al usuario.
Video
En general los recursos audiovisuales son muy poderosos a la hora de comunicarnos, porque podemos conectar con el usuario no sólo con la imagen y el texto, sino también a través de la música, el storytelling animado y la interacción más cercana con el espectador.
Audios
En este caso, tenemos que manejarnos con cuidado, y procurar tener razones por las que nuestra marca deba comunicarse a través del sonido, aunado a seleccionar las plataformas correctas para hacerlo.
Puede que éste parezca un recurso difícil de usar, pero, dependiendo de cómo queremos interactuar con nuestra audiencia, no dudemos de que podemos crear contenido de valor para ellos, incluso si no vamos a recurrir a un spot publicitario, no debemos descartar el uso del podcast en una estrategia de marketing, o de una buena playlist que nos ayude a formar conexiones.
Formatos “especiales"
Los denominaremos así porque, en realidad, en estos casos podemos seleccionar de una variedad de archivos y contenido que incluir en ellos, en algunos casos, incluso siendo elementos nativos de cada plataforma.
Entender cómo creamos nuestros materiales, nos permite explotar todo su potencial
Ahora, quizá ya hemos cubierto nuestras redes sociales, nuestro podcast de anchor y nuestro blog, pero no queremos descuidar nuestra página web porque, finalmente, muchas veces es ahí a donde queremos llevar a nuestros compradores y brindarles también la mejor experiencia. En este caso, no dudes recurrir a los contenidos dinámicos, además de ser mucho más atractivos, tienen un montón de ventajas en la formación de tus propios insights.
Aprovecha todo el poder de los formato e inicia o mantén exitosamente tu comunicación con tu usuario, y si necesitas ayuda, no dudes consultar a uno de nuestros expertos, tenemos justo las soluciones digitales para ti.
